Cerca de 100.000 españoles optan por la propiedad de tiempo compartido para pasar sus vacaciones
Cerca de 100.000 españoles optan por el tiempo compartido para pasar sus vacaciones, una modalidad que está desarrolándose “muy bien” y que atrae a más de medio millón de personas a España, de las cuales la mitad son británicos.
En declaraciones a Europa Press Televisión, la gerente de la Organización de Tiempo Compartido Europea (OTE), María Jesús Rodríguez, señaló que “el tiempo compartido en España está desarrollándose muy bien porque han entrado cadenas hoteleras” que han visto en este producto la posibilidad de “fidelización del cliente y de desestacionalización”.
Según indicó, “el número de usuarios que tienen tiempo compartido en España son 615.000 más o menos”, de los cuales la mitad son británicos. Los españoles constituyen la segunda nacionalidad con cerca de 100.000 usuarios.
No en vano, España encabeza de lista de países con mayor número de complejos de tiempo compartido de Europa, “alrededor de 330”, indicó, Rodríguez, de los cuales, la mayoría, se sitúan en Canarias y en la Costa del Sol, “precisamente para poder vender el mayor número de semanas, para que no haya temporadas bajas”.
Esta modalidad vacacional, denominada “multipropiedad” hasta que la ley 42/98 modificase la legislación, es un sistema de vacaciones que consiste en comprar una propiedad para una determinada semana del año y para una serie de años, que van desde los tres hasta los cincuenta.
“La mayor ventaja que tiene el tiempo compartido es que normalmente se puede utilizar la posibilidad del intercambio”, subrayó Rodríguez. Un propietario compra una semana concreta, pero si considera que ese año no la va a usar y le interesa otra, puede cedérsela a la red de intercambio, a la que están afiliados los complejos de tiempo compartido, para que le busque otra. “La gente que compra tiempo compartido no quiere tener el peso que supone una segunda residencia”, apuntó.
Respecto a los intercambios, Rodriguez indicó que han de ser “siempre de similares características”. “Si tu tienes una semana de agosto, te podrás ir en julio o en agosto, pero si tienes una de febrero, buscar una semana de agosto no es tan fácil”, explicó.
Además, quiso destacar la “ventaja” de “estar en un apartamento” que a diferencia de los paquetes turísticos, permiten organizar “un poco más tu tiempo libre como quieres”, sin olvidar que, el usuario una vez abonada su semana, “no va a sufrir un incremento gradual en el alojamiento a lo largo de 20 ó 30 años”.
En cuanto al perfil de los usuarios, Rodriguez señaló que la edad de los clientes está “entre los 40 y 64 años” y añadió que “casi el 90% de los usuarios son matriomonios”, de los cuales “el 60% no tiene ningún hijo a su cargo”. Esto indica que se trata de personas cuyas vacaciones no están supeditadas a las vacacines escolares y tienen “cierta flexibilidad a la hora de elegir sus vacaciones”, apuntó.
Asimismo, añadió que, el tiempo compartido, cuyo precio medio es de “12.000 euros” una semana, “genera un empleo directo a tiempo completo de 60.000 puestos de trabajo”, al tiempo que destacó el “beneficio” que genera para la zona, dado que “la gente que viaja en tiempo compartido tiene más dinero disponible para utilizar en un restaurante o en bares que si se queda siempre en el hotel”.
RECOMENDACIONES
Rodríguez afirmó que, pese a haber gente “que ha tenido una mala experiencia” los niveles de satisfacción “son muy altos” y señaló que desde la aprobación de la nueva ley en 1998, la cual establece “un período de reflexión obligatoria de 10 días en el contrato” los problemas derivados de la comercialización agresiva “desaparecen”.
“Durante esos 10 días no está permitido tomar depósitos a cuenta” recordó, al tiempo que recomendó aprovechar el período de reflexión “para consultar todo lo que el cliente considere necesario, tanto a la empresa promotora como a la de intercambio”.
Para finalizar, Rodríguez quisó subrayar las garantías de esta modalidad vacacional al apuntar que “las empresas asociadas a OTE, además de cumplir estrictamente la ley, tienen un código ético que va más allá” además de contar con un “servicio de tramitación de reclamaciones” cuyo grado de resolución es del “95%”.